By Gabriel García Márquez
Over the weekend the vultures got into the presidential palace by pecking through the screens on the balcony windows and the flapping of their wings stirred up the stagnant time inside, and at dawn on Monday the city awoke out of its lethargy of centuries with the warm, soft breeze of a great man dead and rotting grandeur.
Gabriel García Márquez
EL OTOÑO DEL PATRIARCA
Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza.
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